los Mitos

El nacimiento de Atenea


Atenea surge de la cabeza de Zeus, en un exaliptro del Museo del Louvre

Como ocurre con todas las narraciones mitológicas de la antigua Grecia, existen numerosas versiones que relatan el prodigioso nacimiento de Atenea. Según la Teogonía de Hesíodo, Zeus tuvo como primera mujer a la oceánide Metis, personificación de la sabiduría y la astucia.

Gea y Urano habían profetizado que de esta unión nacerían dos descendientes fabulosos. El segundo de ellos destinado a arrebatarle a Zeus el trono del Olimpo. Por este motivo, cuando se enteró de que su esposa estaba embarazada del primero, Zeus se la tragó.

Al de un tiempo el rey del Olimpo notó un enorme dolor de cabeza y, ayudado por Hefesto, el dios herrero, hizo surgir de ella a Atenea, adulta y armada. Según Homero, “el vasto Olimpo se estremeció terriblemente por la fuerza de la de ojos de lechuza, la tierra resonó horrendamente a su alrededor, y el Ponto se conmovió revolviendo sus olas purpúreas”. Helios, el sol, detuvo su carro hasta que Atenea se desprendió de sus armas. Y con este gesto, los olímpicos se calmaron y Atenea se convirtió en la favorita de su padre.

 

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