los Mitos

La Disputa por el Ática


Orificio en el techo del Erecteion por el que los antiguos griegos pensaban que había pasado el tridente de Poseidón

Muchos son los mitos que narran la ocupación de los diferentes territorios de la Hélade y justifican, de uno u otro modo, la elección de sus deidades protectoras. En el Ática este mito está protagonizado por Atenea y Poseidón.

Según la leyenda, Poseidón fue el primero de los dioses en llegar al Ática. Para tratar de convertirse en la divinidad principal de la región hizo brotar, prodigiosamente, un pozo de agua salada en la roca de la Acrópolis. Los antiguos atenienses veneraban ese mar de Posiedón que podía verse en el Erecteion, junto con las marcas de su tridente.

Atenea, por su parte, plantó o hizo crecer un olivo de la misma roca. El primero de los muchos que poblarían el Ática. Como el fenómeno de Poseidón, el olivo de Atenea era visible junto al Erecteion y afirmaban los atenienses que resurgió de sus cenizas tras la destrucción de los persas.

En diferentes versiones los olímpicos, el rey de Atenas o los propios ciudadanos juzgan entre ambos portentos y deciden otorgar la victoria a Atenea, que se convierte así en la protectora de Atenas y su territorio.

 

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