Copia de la Artemisa Brauronia de Praxíteles que se conservaba en el santuario
Al acceder a la Acrópolis, el visitante de época clásica encontraba, a su derecha, en el extremo sudoeste de la terraza de acceso, un templo dedicado a la diosa Artemisa. Este santuario era conocido con el apelativo de Brauroneion, debido a que su culto había sido importado desde la cercana localidad ática de Braurón.
Según todos los indicios fue fundado, en el siglo VI a.C., por el tirano ateniense Pisístrato. De los pocos vestigios que se conservan del santuario se ha podido deducir su estructura general. Se levantaba sobre un terreno que, en algunos puntos, había tenido que ser colmatado hasta alcanzar la altura de la roca. Su parte trasera limitaba con la muralla sur de la Acrópolis, construida en tiempos de Cimón. Y el santuario, propiamente dicho, tenía una forma poco habitual para un templo. Estaba construido a modo de estoa, con una sección central y dos alas proyectadas que le daban al conjunto la forma de una letra Π.
En su interior, según las fuentes antiguas, se conservaban dos figuras de la diosa Artemisa. Una cultual y otra votiva, posiblemente esculpida por Praxíteles, en el siglo IV a.C. El culto a Artemisa en el Brauroneion se centraba en su rol de diosa protectora de las doncellas casaderas y de las mujeres embarazadas.
Volver al mapa