Florencia S. XV

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Florencia S. XV

La Florencia del siglo XV tenía unos 50.000 habitantes. La población, que había llegado a alcanzar las 100.000 almas, se había visto reducida a la mitad durante el siglo anterior por los estragos de la peste y la posterior crisis económica. Florencia era la quinta ciudad más populosa de Europa, después de Milán, Nápoles, Venecia y París y una de las principales potencias económicas.

Desde el siglo XIV, la ciudad se dividía en cuatro barrios o distritos: San Giovanni, Santa Croce, Santa María Novella y, al otro lado del Arno, el Santo Spirito.

Los barrios eran denominados así por los nombres de los templos principales que se ubicaban en ellos: el Baptisterio de San Giovanni, la iglesia franciscana de la Santa Croce, la dominica de Santa Maria Novella y la agustina del Santo Spirito. El Palazzo della Signoria y la iglesia gremial de Orsanmichele se emplazaban en el barrio de Santa Croce y la iglesia "familiar" de los Medici, San Lorenzo, en el de San Giovanni.

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Baptisterio de San Giovanni

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Puertas de Andrea Pisano (Sur)

En 1329, el Arte di Calimala solicitó a Andrea Pisano un juego de puertas de bronce que debían cerrar la entrada principal del edificio, al Este. En 28 relieves polilobulados aparecían representadas 20 escenas de la vida se San Juan Bautista, santo patrono de Florencia al que está dedicado el Baptisterio, junto a las Virtudes Teologales y Cardinales y a la Humildad. Aunque Pisano realizó los moldes en cera en sólo tres meses, su compleja fundición se retrasó más de seis años, hasta 1336.

Los relieves originales se encuentran en el Museo della Opera del Duomo.

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Primer juego de puertas de Ghiberti (Norte)

En 1401, la Opera de San Giovanni convocó un concurso para la ejecución de un nuevo juego de puertas para la entrada norte del Baptisterio. El ganador fue Lorenzo Ghiberti. Los nuevos relieves representaban otras 28 escenas; en este caso, 20 correspondientes a la Vida de Cristo y otras ocho referidas a los cuatro Evangelistas y los Padres de la Iglesia.

Los relieves originales se encuentran en el Museo della Opera del Duomo.

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Segundo Juego de Puertas de Ghiberti (Puertas del Paraíso) (Este)

De nuevo, en 1425, en vista del gran trabajo realizado por Ghiberti, se le solicitó un nuevo juego de puertas, ahora para el lado Sur. En ellas, Ghiberti siguió un nuevo esquema, mucho más innovador, inspirado en los postulados humanísticos. En 10 paneles de forma cuadrada, representó escenas tomadas del Antiguo Testamento.

Las nuevas puertas gustaron tanto que acabaron provocando la reubicación de las antiguas de Pisano (al Sur) para dejar el lugar de honor, al Este, a las nuevas. El traslado supuso un coste de 35.000 florines. Un siglo después, Miguel Ángel las tuvo en tanta estima que les otorgó el apelativo por el que con conocidas: Puertas del Paraíso.

Los relieves originales se encuentran en el Museo della Opera del Duomo.

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Cúpula: Mosaicos

Coppo di Marcovaldo. Detalle del Infierno.

La decoración musiva de la cúpula y el ábside del Baptisterio, ejecutada por artistas venecianos, representa uno de los ciclos decorativos más importantes de la Edad Media italiana. Los mosaicos se comenzaron en 1225 y se finalizaron en 1330.

En el espacio octogonal de la cúpula aparecen representados, junto a las jerarquías de ángeles, el Juicio Universal, presidido por Cristo, episodios del Génesis, de la vida de San José, de la Virgen, de Cristo y de San Juan Bautista.

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Monumento del antipapa Juan XXIII de Donatello y Michelozzo

En 1425, el arquitecto Michelozzo y el escultor Donatello recibieron de Cosimo de' Medici el encargo de realizar la tumba del antipapa Juan XXIII. Su sepultura en el espacio más sagrado de la ciudad se justificaba, no sólo por su especial relación con la ciudad, sino, sobre todo, porque había donado al templo una preciosa reliquia, un dedo de San Juan Bautista.

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Magdalena de Donatello

Tras su regreso de Padua en 1453 el Arte di Calimala solicita a Donatello una imagen de María Magdalena para el Baptisterio. La escultura, realizada en madera, no se parece a ninguna otra obra de la época. Es fruto de los años de ancianidad del escultor, durante los que desarrolló un estilo caracterizado por su expresividad exacerbada.

Actualmente la escultura se encuentra en el Museo della Opera del Duomo.

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El Baptisterio de San Giovanni había sido el edificio religioso más importante de la Edad Media. Los florentinos creían que se emplazaba sobre un antiguo templo dedicado al dios Marte.

El Arte di Calimala, encargado de la obra, llevó a cabo una de las mayores empresas decorativas de los siglos XIV y XV, mayor, incluso, que la de la propia Catedral.

Duomo y El Campanille

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Cúpula de Brunelleschi

A pesar de la importancia que los florentinos concedían a su símbolo más preciado, la Catedral, la construcción de la cúpula se demoró más de 50 años. Tras muchas vicisitudes, por fin, en 1420 Brunelleschi fue designado vencedor.

La innovación de su proyecto radicaba en que el proceso de construcción, de la que iba a ser la cúpula más grande desde la antigüedad, se realizaría sin cimbras. Es decir, no habría soportes visibles que ayudasen a la construcción de la cúpula. El sistema de sostenimiento del conjunto se basaba en la construcción de dos cúpulas, una externa de poco espesor y otra interna, mucho más ancha, que era la que verdaderamente hacía las veces de armazón, durante la construcción.

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Evangelistas

A comienzos del siglo XV, la Opera del Duomo decidió decorar la fachada de la Catedral con las figuras de los cuatro Evangelistas. Se les encargaron obras a tres celebrados escultores del momento: un San Lucas a Nanni di Banco, un San Juan a Donatello y un San Marcos a Niccolò di Pietro Lamberti. La figura de San Mateo se iba a reservar, en principio, para el que mejor trabajo hiciese de los tres. Sin embargo, al final, el encargo le fue adjudicado a Bernardo Ciuffagni.

Las esculturas originales se encuentran en el Museo della Opera del Duomo.

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Arca de San Zenobio de Ghiberti

Un siglo después del descubrimiento del cuerpo San Zenobio, obispo de Florencia durante el reinado del Emperador Constantino, la Opera del Duomo solicitó al escultor más ilustre del momento, Ghiberti, la realización de un arca para custodiar sus reliquias.

De la provisión del material se encargó el Arte della Lana. Para el arca se utilizaron los excedentes de la escultura de su santo patrón, San Esteban, fundida por el mismo escultor, para Orsanmichele.

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Frescos de Giorgio Vasari y Federico Zuccari. El Juicio Universal

El interior de la cúpula octogonal, levantada por Brunelleschi más de un siglo antes, fue decorado por Giorgio Vasari y Federico Zuccari. Los frescos del Juicio Universal fueron comenzados por el primero, a petición de Fernando I de' Medici. Pero, a su muerte, en 1574, dos años después de haber comenzado el trabajo, sólo había completado el círculo más próximo a la linterna.

Zuccari terminó el trabajo en un magnífico estilo manierista.

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Monumento a Giovanni Accuto de Paolo Ucello

En 1436, la República de Florencia decidió erigir un monumento al condottiero Giovanni Acuto (John Hawkwood), quien lucho como comandante en jefe de los ejércitos florentinos contra Gian Galeazzo Visconti de Mián, a finales del Trecento. La intención inicial era la de levantar una escultura en bronce pero el inmenso coste del proyecto acabo por dejarlo en una pintura al fresco en el interior del Duomo.

Su artífice fue Paolo Ucello quien eligió pintarla en un color terra verde para asemejarlo más al bronce del planteamiento original.

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Monumento a Niccolò da Tolentino de Andrea del Castagno

Niccolò da Tolentino fue un condottiero italiano que dirigió los ejércitos florentinos en 1431 y 1432. Fue el vencedor de la Batalla de San Romano, inmortalizada por Paolo Ucello en una famosa pintura. Sus valiosos servicios militares y su lealtad a la República Florentina le granjearon el honor de ser enterrado en la Catedral de Santa Maria del Fiore, en presencia del Papa Eugenio IV.

En 1456, Andrea del Castagno se hizo cargo de la decoración de su tumba con una pintura de formato similar a la que ya decoraba la de Giovanni Acuto.

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Cenotafio de Filippo Brunelleschi de Andrea Cavalcanti

El hijo adoptivo de Filippo Brunelleschi, conocido como Il Buggiano fue el encargado de tallar el cenotafio del arquitecto, en 1446.

El hecho de que Brunelleschi, junto a otros importantes artistas florentinos como Arnolfo di Cambio o Giotto, fuesen homenajeados de este modo en su propia época, nos da una idea de cómo creció en importancia el papel del artista durante el Renacimiento.

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Cantoría de Luca della Robbia

A partir de 1431, Luca della Robbia comenzó la construcción de una cantoría que se asomaría sobre la puerta de entrada a la Sagrestia delle Messe. Sobre ella se asentaría un órgano que Mateo da Prato comenzaba a fabricar al año siguiente. Por los relieves de mayor tamaño, della Robbia recibió 60 florines y por los pequeños 35. Sin embargo, en 1435, se aumentó el precio de algunos de los trabajos debido a la gran calidad de los mismos. Así, a partir de este momento se le pagarían 70 florines por los relieves grandes. El importe total de la Cantoría ascendió a 872 florines.

Las esculturas originales se encuentran en el Museo della Opera del Duomo.

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Cantoría de Donatello

Donatello, comenzó en 1433, la pareja de la cantoría de della Robbia que debía colocarse sobre la entrada de la Sagrestia dei Canonici. Como en el caso anterior, serviría de emplazamiento para un órgano. Puesto que Donatello era, en esta época, menos famoso que Luca della Robbia, por un encargo similar se le concedía un salario ligeramente menor. Se le pagarían 40 florines por los relieves y 50 si fueran de calidad.

Las esculturas originales se encuentran en el Museo della Opera del Duomo.

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Coro de Baccio Bandinelli

Baccio Bandinelli fue uno de los artistas que comprendió perfectamente, las implicaciones simbólicas y artísticas que implicaba la sustitución del Coro del Duomo, que había sido realizado por Brunelleschi un siglo antes. Mantuvo la forma octogonal del proyecto original que reflejaba la forma de la cúpula que se situaba encima. Y, mientras en otras iglesias se trataba de desplazar los coros para facilitar la visión del presbiterio, de acuerdo con los postulados del Concilio de Trento, él supo crear un conjunto que no sólo permitiese su visión, sino que la enfatizase de manera decidida.

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Formelle del Campanile

El piso inferior del Campanile de Giotto fue decorado, durante el Trecento, por Andrea Pisano, en ese momento jefe de la Opera del Duomo. Él y sus colaboradores realizaron 21 de las 26 piezas hexagonales que adornan todo el perímetro del edificio en su parte baja; continuaron con la ornamentación del segundo cuerpo y tallaron ocho de las estatuas que lo decoraban.

La decoración del cuerpo inferior fue completada por Lucca della Robbia y la del segundo cuerpo por Donatello y Nanni di Bartolo il Rosso ya en el siglo XV.

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Profetas del Campanile

Entre 1415 y 1436 Donatello y Nanni di Bartolo il Rosso realizaron, ocho figuras mayores que el natural, de otros tantos profetas y patriarcas que se utilizaron para decorar los lados norte y este del segundo cuerpo del Campanile.

Los profetas tallados por Donatello fueron una auténtica revolución artística en la época. Por primera vez, las figuras bíblicas tenían rostros y aspectos absolutamente cotidianos y su lenguaje corporal hablaba con claridad meridiana desde las alturas del campanario.

Las figuras originales se encuentran en el Museo della Opera del Duomo.

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La nueva catedral de Santa Maria del Fiore, construida en sustitución de la antigua iglesia de Santa Reparata, fue el mayor proyecto constructivo de la Europa del siglo XIV. En su edificación y decoración no se escatimó en gatos puesto que su sola presencia debía comunicar a los cuatro vientos la riqueza y el poder de la República Florentina.

El coste de la construcción de la nueva catedral y su embellecimiento fue tal que la República gravo todos los testamentos con un impuesto de 3 liras que iría destinado a la Opera del Duomo y destinó a la obra todos los ingresos derivados de las multas por embriaguez. Aún así, el templo no terminó de pagarse hasta el siglo XIX.

Orsanmichele con los escudos de los Artes

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Arte del Cambio

El gremio de los banqueros florentinos, uno de los más ricos de la ciudad, encargo a Ghiberti la escultura de su patrón. Al igual que en el caso de otros gremios mayores, el Cambio demandó una figura en bronce. En este caso la de San Mateo. Ghiberti logró con esta obra la culminación de un nuevo clasicismo escultórico, basado en formas y proporciones.

La escultura original del Arte del Cambio se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte della Lana

En 1425, el Arte della Lana solicitó al escultor más célebre del momento, Ghiberti, una figura en bronce de San Esteban para reemplazar a la escultura en mármol del mismo santo que ocupaba el nicho del gremio. Esta estatua previa había sido tallada por Andrea Pisano, en el siglo anterior. Pero el prestigio y la riqueza crecientes del Arte della Lana motivaron esta modernización que se acompañaba de un indiscutible incremento de la calidad del material escultórico.

La escultura original del Arte della Lana se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei Fabbri

Hacia 1417, el gremio de los herreros solicitó a Nanni di Banco una escultura, en mármol, de San Eloy. La figura creada por el escultor conserva todavía características góticas, a las que se les añaden detalles propios del Renacimiento. Parece que para la realización del rostro se eligió como modelo el Retrato de Adriano. Con ocasión de su restauración, se encontraron sobre la figura restos dorados en el cabello y el manto, así como indicios de azul ultramar.

La escultura original del Arte dei Fabri se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei Linaioli e Rigattieri

A comienzos de la década de 1410, el gremio de los productores y vendedores de paños de lino solicitó a Donatello una figura de San Marcos. Esta fue la primera obra del escultor realizó para Orsanmichele. Inicialmente, el encargo había sido para Niccoló de Pietro Lamberti a quien, en 1409, se le entregó un enorme bloque de mármol junto a la suma de 28 florines. Por razones desconocidas el escultor no llegó a completar el proyecto y éste se le trasladó a Donatello, quien realizó una obra maestra, alabada un siglo más tarde por Miguel Ángel.

La escultura original del Arte dei Linaioli e Rigattieri se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei Vaiai e Pellicciai

El gremio de los peleteros y curtidores florentinos decoró su nicho, en época temprana, con una escultura en mármol del apóstol Santiago, realizada, posiblemente, por Niccolò di Pietro Lamberti, alrededor de 1410. Bajo la figura, a los pies del tabernáculo, aparece representada la Decapitación de Santiago, en un relieve inscrito en un marco polilobulado.

La escultura original del Arte dei Vaiai e Pelliciai se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei Medici e Speziali

La figura que decora el nicho del gremio de los médicos florentinos es la más antigua de las que se conservan. Aunque hubo otros dos gremios que decoraron antes sus respectivos tabernáculos, en ambos casos acabaron sustituyendo sus figuras por otras de mayor riqueza e importancia. La Madonna della Rosa, esculpida, en 1399, por Giovanni Tedesco, es, además, la única que se emplaza en un tabernáculo completamente decorado en estilo gótico.

La escultura original del Arte dei Medici e Speziali se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte della Seta

El Arte della Seta fue uno de los primeros en completar la decoración de su tabernáculo. Andrea Orcagna se encargó, en el siglo XIV, de realizar una escultura en mármol de San Juan Evangelista y de ejecutar el magnífico altar a la virgen en el interior de la iglesia. Sin embargo, en 1515, cuando el gremio había incrementado notablemente su presencia y su poder en Florencia, la escultura fue sustituida por otra, realizada, esta vez en bronce, por Baccio da Montelupo.

La escultura original del Arte della Seta se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte di Calimala

A comienzos del siglo XV, Arte di Calimala solicitó a Lorenzo Ghiberti la fundición de un San Juan Bautista para su nicho en Orsanmichele. La figura fue la primera estatua monumental fundida mediante la técnica de la cera perdida, desde la antigüedad clásica. Para facilitar la compleja operación, la escultura se realizo en cuatro partes separadas que se ensamblaron con posterioridad.

La escultura original del Arte di Calimala se encuentra el en museo de Orsanmichele.

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Parte Guelfa y Tribunale della Mercanzia

Aunque la Parte Guelfa no era un gremio propiamente dicho, a este influyente partido político florentino le correspondía el nicho más importante de Orsanmichele, el central de los que daban a la vía de’ Calzaiuoli. Para su decoración encargaron a Donatello una imagen de San Luis de Toulouse. Sin embargo, la estatua de Donatello duraría poco en Orsanmichele por qué, en 1463, la Parte Guelfa vendió su nicho al Tribunale della Mercanzia y la escultura de Donatello fue trasladada a la Santa Croce.

Al adquirir el antiguo nicho de la Parte Guelfa, el Tribunale della Mercanzia lo redecoró con una escultura en bronce de Verrocchio que representaba La duda de Santo Tomás. Este fue el único caso, en Orsanmichele, en el que un bronce sustituyó a otro bronce.

La escultura original de la Parte Guelfa se encuentra en el museo de la Santa Croce.
La escultura original del Tribunale della Mercanzia se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei Giudici e Notai

El más poderoso de los gremios florentinos decoró su correspondiente tabernáculo, en 1406, con una escultura de San Lucas, en mármol, realizada por Niccolò di Pietro Lamberti. Sin embargo, en 1597, decidieron sustituirla por una nueva escultura en bronce que realizaría Giambologna. Los principales motivos para este cambio fueron, por un lado, la exhibición del prestigio gremial, utilizando un material más rico que el mármol y, por otro, el hecho de unificar todas las esculturas que se encontraban en la vía de’ Calzaiuoli.

La escultura original del Arte dei Giudici e Notai se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei Beccai

Se desconocen la fecha exacta de ejecución y la autoría de la escultura de San Pedro, encomendada para decorar el nicho del gremio de los carniceros y ganaderos florentinos. La obra ha sido atribuida tanto a Donatello, como a Brunelleschi, aunque en la actualidad se opta más por el segundo autor que por el primero. Al situarse en una de las fachadas transversales a la calle principal, la vía de’ Calzauioli, la figura tiene una pose ligeramente vuelta hacia esta calle.

La escultura original del Arte dei Beccai se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei Calzolai

En la década de 1410, el gremio de los zapateros solicitó a Nanni di Banco una escultura, en mármol, de San Felipe. El análisis estilístico de la obra parece indicar que, de los tres nichos que decoró el escultor, éste fue el segundo. Se trata de una figura menos gótica que el San Eloy pero también menos renacentista que los Cuatro Santos Coronados. La figura es una de las más antiguas en representar a un personaje, togado, all’antica.

La escultura original del Arte dei Calzolai se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei maestri di Pietra e Legname

El gremio de los canteros y carpinteros solicitó a Nanni di Banco un grupo escultórico que representase a sus santos patronos, los Cuatro Santos Coronados. Se trataba de Casorio, Claudio, Sempronio y Nicostrato, cuatro escultores de tiempos de Diocleciano que se negaron a esculpir una estatua del dios Esculapio para el emperador y fueron perseguidos por ello. La maestría en la ejecución de este grupo radica en la capacidad de Nanni di Banco de encajar cuatro figuras en un tabernáculo preparado para una sola. Para lograrlo, las distribuyó en un semicírculo y las hizo ligeramente más pequeñas.

La escultura original del Arte dei Maestri di Pietra e Legname se encuentra en el museo de Orsanmichele.

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Arte dei Corazzai e Sapdai

El gremio de los armeros y espaderos florentinos decoró su tabernáculo con una de las obras maestras de Donatello, el San Jorge. El nicho en el que se emplazó la escultura era menos profundo que los otros, porqué tras él se alojaba la escalera que conducía al piso superior del edificio. Por este motivo, la figura parece emerger ligeramente del tabernáculo. El santo gira su cuerpo y mira hacia el noroeste, hacia el lugar del que provenían los enemigos tradicionales de Florencia, Luca y Milán. El conjunto se completaba con un relieve de San Jorge dando muerte al Dragón, en la parte inferior del nicho.

La escultura original del Arte dei Corazzao e Spadai se encuentra en el museo del Bargello.

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Toca sobre los escudos

Desde el siglo XIV, el antiguo almacén de grano de Orsanmichele se convirtió en el centro de las celebraciones públicas de los principales gremios florentinos. Cada uno, costeó la decoración de uno de los nichos exteriores del edificio en los que se albergaron las estatuas de sus respectivos patronos.

La riqueza de cada gremio se expresó por medio de estas obras, de sus materiales, de los artistas contratados para hacerlas y de la propia colocación de tabernáculos y esculturas en el perímetro del edificio.

Los gremios menores que no pudieron tener su espacio en el exterior, tuvieron que contentarse con uno en el interior de la iglesia, que también decoraron en función de sus capacidades.

San Lorenzo


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Sacristía Vieja

Brunelleschi inició la renovación de la Basílica de San Lorenzo, bajo la tutela de Giovanni di Bicci de' Medici, construyendo la que se conoce con el nombre de Sacristía Vieja. En ella, aplicó los nuevos principios constructivos del Renacimiento. Su decoración fue obra de Donatello quien ejecutó cuatro tondos en terracota policromada para los cuatro ángulos de la cúpula. Brunelleschi, una vez terminada la obra, opinaba que los relieves de Donatello proporcionaban cierto desasosiego al conjunto.

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Púlpitos de Donatello

A su retorno de Padua, ya en su ancianidad, los Medici solicitaron a Donatello la fundición de dos púlpitos para la Basílica de San Lorenzo. La liturgia impulsada por las Órdenes Mendicantes había hecho de los sermones una parte sustancial de la Misa. La idea se refleja en los relieves de Donatello. Sus escenas de la Pasión y del Martirio de San Lorenzo hablan directamente a los fieles, desde el centro del templo, como si de auténticos oradores se tratase.

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Tumba de Cosimo de' Medici

La gran donación realizada por Cosimo de' Medici para la construcción de San Lorenzo, le permitió garantizarse una sepultura digna del Pater Patriae. Aunque su tumba siguió la tipología habitual para los hombres de su posición social -de suelo y sin efigie- en todo lo demás se desmarcó de la tradición. Se enterró en el lugar más prestigioso de la iglesia, en un pilar, en la cripta, justo bajo la cúpula y ante el altar mayor y se emplearon en su construcción los mejores y más caros materiales, como el bronce o el pórfido.

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Tumba de Giovanni y Piero de' Medici de Verrocchio

Lorenzo el Magnífico se hizo cargo de la sepultura de su padre y su tío, que fue diseñada por Verrocchio. Casi todo en esta tumba es singular. Se emplaza en una pared que comunica la capilla principal de la iglesia, la de los santos Cosme y Damián, con la Sacristía Vieja. Se utilizaron en ella los materiales más preciosos: mármol, bronce, pórfido; el sarcófago es el primero, desde la antigüedad realizado en este último material. Carece por completo de cualquier iconografía claramente cristiana, aunque está plagado de símbolos que hacen referencia al poder y la piedad de la familia Medici.

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Tabernáculo del Santo Sacramento de Desiderio da Settignano

En la capilla de San Cosme y San Damián, se levanta el Tabernáculo del Santo Sacramento realizado, en mármol, por Desiderio da Settignano. En la zona superior, el escultor parece recrear, en tres dimensiones, la perspectiva arquitectónica del fresco de la Trinitá de Masaccio. El tabernáculo, junto a la capilla y la Sacristía, cumplían un papel trascendental en la celebración de las ceremonias familiares y, en especial, de la Semana Santa, en San Lorenzo.

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Fachada de San Lorenzo

A comienzos del siglo XVI, la Basílica de San Lorenzo seguía sin fachada. León X embarcó a Miguel Ángel en el proyecto de su construcción. El artista realizó varias maquetas, pero, por diferentes motivos, la obra nunca llegó siquiera a comenzarse. Uno de los puntos de discrepancia para la ejecución del proyecto fue la naturaleza del material a emplear. Mientras el Papa se inclinaba por la piedra de Pietrasanta, Miguel Ángel prefería el mármol de Carrara, su material favorito.

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Sacristía nueva

Tras el fallido encargo para la fachada, León X solicitó a Miguel Ángel una capilla funeraria familiar, en la misma Basílica de San Lorenzo. Debía replicar la planta de la Sacristía Vieja de Brunelleschi por lo que se la conoce como Sacristía Nueva. En ella se enterrarían Lorenzo el Magnífico y su hermano Giuliano, junto a los Duques de Nemours y Urbino, hijo y nieto de Lorenzo el Magnífico, respectivamente. De las cuatro tumbas proyectadas, Miguel Ángel sólo llegó a realizar las de los Duques y la figura de la Virgen con el Niño.

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Tumba de Lorenzo de' Medici

La compleja tumba de Lorenzo de' Medici se compone de un sarcófago con dos estatuas alegóricas -la Aurora y el Crepúsculo- y una efigie del difunto, en un nicho, en la pared, unos centímetros por encima del sarcófago. Aunque el rostro de Lorenzo no guarda, intencionadamente, ningún parecido con el hombre real, algunos de los atributos de la escultura parece que quieren mostrar la que fue su personalidad. Bajo su brazo una caja con dinero para indicar su tacañería, sobre su cabeza un extraño casco para señalar su debilidad mental y, una representación, en conjunto, poco adecuada para un hombre que fue uno de los gobernantes menos notorios de Florencia.

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Tumba de Giuliano de' Medici

La tumba de Giuliano de' Medici sigue el mismo esquema que la de Lorenzo, pero se diferencia tanto en la pose e indumentaria del retratado, como en las alegorías que acompañan el sarcófago; se trata de la Noche y el Día. Lorenzo aparece representado como un general romano, con un bastón de mando y, de nuevo, ningún parecido con el Lorenzo real. Miguel Ángel bautizó a las esculturas como La Vigilanza e Il pensieroso, en clara referencia a sus actitudes y no a los personajes representados.

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Virgen con el Niño

La figura de la Virgen con el Niño completa la decoración finalizada por Miguel Ángel para las Tumbas Mediceas. Flanqueándola a ambos lados, se encuentran las representaciones de los patronos de la familia Medici, San Cosme y San Damián, obras de un ayudante de Miguel Ángel. El conjunto de la Virgen y el Niño se aleja de los prototipos habituales para este tipo de representación, al colocar al Niño en un movimiento en espiral, volviéndose para mirar a su madre. De hecho, todas las figuras de la capilla -San Cosme, San Damián y ambos Duques- se vuelven hacia ella, unificando, así, la composición general del conjunto.

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Biblioteca Laurenziana

Aunque a su muerte Giovanni di Bicci de' Medici sólo tenía tres libros, en época de su tataranieto, Clemente VII, los Medici contaban con una biblioteca de 15.000 volúmenes. Miguel Ángel fue el designado para construir la nueva biblioteca de San Lorenzo, para la que hizo un diseño integral; desde el muy admirado vestíbulo o ricetto hasta los pavimentos y los pupitres de la sala de lectura. Ambos espacios contrastan poderosamente, el primero alto y cuadrado, casi completamente ocupado por la espléndida escalera tripartita que parece una cascada de piedra y el segundo amplio, largo y luminoso, un gran corredor flanqueado por los puestos de lectura.

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A finales del siglo XIV se decidió reconstruir la antigua Basílica de San Lorenzo. Primero, el Prior del Capítulo, Matteo Dolfini consiguió la cesión, por parte de la República, de los terrenos circundantes, ocupados por casas de mala reputación. Más tarde, Giovanni di Bicci de' Medici comenzó a sufragar las obras y, a su muerte, Cosimo de' Medici continuó la renovación de la iglesia. Cosimo proporcionó una inyección de 40.000 florines que garantizó el patronazgo absoluto de la familia Medici sobre el templo.

Palazzo Medici

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David de Donatello

Aunque su ámbito de patrocinio fue, principalmente, el arquitectónico, Cosimo de' Medici fue el promotor del David de Donatello. Se fundió para colocarse en el centro del patio del palacio, a la vista de todos los visitantes. Cosimo se apropiaba, así, de un símbolo del Estado Florentino para hacer gala de su creciente poder y de su inmensa riqueza. Donatello creó esta iconografía del Rey del Antiguo Testamento como verdugo de Goliat, porque en la Edad Media, David se representaba sólo como rey, sabio o profeta.

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Judith y Holofernes

Como el David, la figura de Judith y Holofernes fue realizada por Donatello para el Palazzo Medici. Parece que se ubicó en una zona un tanto más privada que la escultura anterior, en el jardín trasero. Al igual que el David, el tema de Judith decapitando a Holofernes se convirtió en símbolo de la libertad política de la República, especialmente, tras la expulsión de los Medici, sus propietarios originales.

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Capilla de los Magos

En 1442, Clemente V concedió una dispensa especial a la familia Medici por la cual se les permitía construir una capilla privada en su Palacio. Se decoró, profusamente, con pinturas murales de Benozzo Gozzoli, siguiendo una temática, la de la Epifanía, que se utilizaba, simbólicamente, como expresión de la riqueza. La familia y el propio artista aparecen retratados en las paredes de esta capilla en la que los Medici hacían esperar a las delegaciones extranjeras, antes de concederles audiencia.

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Como buen patrono renacentista, Cosimo el Viejo, encomendó a Michelozzo la construcción de la nueva residencia familiar. El Palazzo Medici se levantó en la Via Larga, junto a San Lorenzo. Su arquitecto aplicó en su estructura los nuevos postulados renacentistas y le proporcionó un patio interior, comunicado con un jardín, que recordaba las formas clásicas, heredadas de la antigüedad romana, a la vez que reutilizaba fórmulas arquitectónicas de la Italia medieval.

Santa Maria Novella

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Fachada

La Iglesia de Santa Maria Novella es la única en Florencia que llegó a recibir su fachada durante el Renacimiento. Alberti, gran teórico del arte y figura clave en el desarrollo de la arquitectura renacentista, supo crear una fachada absolutamente moderna, a pesar de los condicionantes medievales que presentaba. En ella se aplicaban los nuevos principios matemáticos y estéticos a la construcción y decoración de un edificio.

El patrocinio de semejante empresa corrió a cargo de Giovanni Rucellai. Como muestra de su poder económico, ordenó decorar el friso de la fachada con el símbolo de su empresa, las velas desplegadas al viento y, así, hizo, por primera vez, ostentación pública del patronazgo privado.

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Fresco de la Trinitá de Masaccio

Este fresco de Masaccio fue uno de las primeras pinturas en las que se aplicó la nueva perspectiva arquitectónica, desarrollada en el Renacimiento. Masaccio compone la escena colocando a las figuras bajo un largo espacio abovedado. La sensación de amplitud y profundidad causó sensación entre los florentinos que hacían largas colas ante la iglesia para admirar la obra. Como era habitual en este tipo de pinturas, a los pies de la escena aparecen representados los donantes, es decir quienes costearon la obra y, bajo ellos, un esqueleto yacente con el epitafio: "Yo era el que tú eres, tú serás lo que yo soy".

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Crucifijo de Giotto

El crucifijo que preside la Iglesia de Santa Maria Novella fue realizado por Giotto alrededor de 1288. En él se representa a Cristo patiens; una figura que evidencia más la idea de la pasión que la de la gloria. El sufrimiento y el abandono a la muerte se representan a través de los colores: negro, rojo y blanco. Además, por primera vez desde la antigüedad, la figura ha perdido su idealismo para convertirse en un ser real, inspirado en la Naturaleza.

Esta nueva forma de concebir la figura de Cristo sirvió, además, a los dominicos en su lucha contra la herejía cátara que negaba la divinidad de la humanidad de Cristo.

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Crucifijo de Brunelleschi

La escultura de Brunelleschi es la formulación perfecta de los principios matemáticos que regían el arte renacentista. La figura de Cristo parece la expresión tridimensional del Hombre de Vitrubio. Los brazos extendidos tienen, exactamente, la misma longitud del cuerpo de Cristo. La nariz apunta directamente al centro de gravedad de la figura, en el ombligo. Las proporciones se armonizan a la perfección, con un estudio anatómico inspirado en la Naturaleza. La figura se vuelve ligeramente hacia la izquierda, proporcionando al espectador diferentes puntos de vista e invitándole a rodearla por completo.

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Capilla Torabuoni

En 1485, Giovanni Tornabuoni adquirió los derechos sobre la capilla mayor de Santa Maria Novella a la familia Ricci. A partir de este momento, el que fue director de la Banca Medici en Roma, entre 1465 y 1494, gastó más de 1000 florines en la renovación de su capilla. Comisionó una nueva sillería para el coro, vidrieras, un retablo y un ciclo completo de decoración al fresco que sería ejecutada por Domenico Ghirlandaio. El artista pintó sobre las paredes la Vida de la Virgen y la de San Juan Bautista, patrono de Florencia. Por expreso deseo del comitente las pinturas dejaban bien claro que la capilla se dedicaba al prestigio familiar. En la escena de la Anunciación a Zacarías se incluían hasta 21 retratos de la familia Tornabuoni.

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Capilla Rucellai

La Capilla Rucellai fue patrimonio de esta familia desde el siglo XIV. Los Rucellai, a comienzos del siglo XV los más ricos de la ciudad, vivían en el barrio de Santa Maria Novella y fueron los principales benefactores esta Iglesia. La capilla, construida a principios del siglo XIV, está dedicada a Santa Catalina de Alejandría. Su decoración data del Trecento y consta de frescos que fueron ejecutados por un discípulo de Giotto.

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Capilla Strozzi

En 1486, Filippo Strozzi adquirió, a la familia Boni, los derechos de la capilla dedicada a San Juan Evangelista, en Santa Maria Novella. Encomendó su decoración a Filippino Lippi quien realizó una serie de frescos en los que se representaban las vidas de San Juan Evangelista y San Felipe.

Tras el altar de la capilla, se encuentra la tumba marmórea de Filippo Strozzi, realizada por Benedetto da Maiano.

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Entre todas las iglesia florentinas, la de Santa Maria Novella es la que mejor ilustra la idea del patronazgo privado ejercido por las familias más ilustres. Los tres banqueros más ricos de Florencia, Giovanni Rucellai, Filippo Strozzi y Giovanni Tornabuoni, vivían en el barrio homónimo, en las proximidades de la iglesia. Y los tres se ocuparon de dejar su impronta en el templo. De todas, la donación más cara fue la de Rucellai quien se ocupó, amén de otras cosas, de la construcción de la fachada.

Santa Croce

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Capilla Pazzi

Construida a partir de 1429 por Brunelleschi, la Capilla Pazzi es una de las joyas arquitectónicas del Renacimiento. Su planta se diseñó en base a los mismos esquemas modulares utilizados en la Sacristía Vieja de San Lorenzo -esfera inscrita en un cubo-. Su decoración corrió a cargo de Luca della Robbia quien creó 16 tondos de cerámica vidriada con los Evangelistas y los Apóstoles. Fue sufragada por la familia rival de los Medici, los Pazzi quienes encabezaron la Conjura en la que murió Giuliano, hermano de Lorenzo el Magnífico.

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Capilla Bardi

La capilla perteneciente a la familia Bardi fue decorada, en 1325, por Giotto, con frescos relativos a la vida de San Francisco, patrono de la orden que regía la Santa Croce. Giotto fue el pintor que anticipó algunas de las renovaciones técnicas y formales que se impondrían en el Renacimiento.

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Capilla Peruzzi

Los primeros frescos realizados por Giotto en la Santa Croce fueron los de esta capilla, perteneciente a la familia Peruzzi. Narran escenas de las vidas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Giotto fue el pintor que anticipó algunas de las renovaciones técnicas y formales que se impondrían en el Renacimiento.

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Tumba de Miguel Ángel

Tras la muerte del genio, ocurrida en Roma en 1564, sus restos fueron trasladados a su ciudad natal, con gran secretismo, por su sobrino Leonardo Buonarroti. Allí, se le brindaron grandes homenajes antes de ser enterrado en la iglesia de la Santa Croce, como él mismo había dispuesto. Según Giorgio Vasari, su biógrafo y artífice de su sepultura, quería ser enterrado en el tramo más próximo a la entrada, en la nave de la Epístola, para que al despertar el Día de la Resurrección, lo primero que viese fuese la cúpula de la Catedral.

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Anunciación Cavalcanti de Donatello

El relieve de la Anunciación realizado por Donatello en la iglesia de la Santa Croce es todavía objeto de controversia. Tanto la fecha de su creación, como la procedencia del encargo y su emplazamiento original continúan sin conocerse. En cualquier caso, como en otras obras, Donatello se desmarca de la iconografía tradicional del tema, representando una Anunciación con un cierto sentido de teatralidad. Destaca la ausencia de cualquier tipo de referencia al Espíritu Santo. Como material utilizó la pietra serena, tan frecuente en la arquitectura del Renacimiento, sobre la que se aplicó una decoración en pan de oro.

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Crucifijo de Donatello

El Crucifijo, en madera, esculpido por Donatello para la iglesia de la Santa Croce es un ejemplo perfecto de la importancia que tuvo durante el Renacimiento la nueva religiosidad, transmitida por las Órdenes Mendicantes. Donatello centra sus esfuerzos en la representación de un hombre real, sufriente, tal y como predicaban los franciscanos que tutelaban el templo. Tal es la veracidad de la representación que, según Vasari, Brunelleschi, amigo de Donatello, criticó la obra arguyendo que de tan mundano que era parecía un simple campesino florentino.

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Púlpito de Benedetto da Maiano

El púlpito de la Santa Croce ejecutado por Benedetto de Maiano se debe a una comisión particular, realizada por Pietro Melini, un rico comerciante florentino. Su construcción y colocación deparó al artista ciertos problemas con los constructores del templo. Estos no veían con buenos ojos la intención de da Maiano de perforar el pilar en el que se instalaría, para construir la escalera en su interior. Finalmente y después de que el artista les asegurase que la estabilidad de la iglesia no corría peligro alguno, le permitieron ejecutar su diseño íntegramente.

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La iglesia originaria, construida fuera de los muros de la ciudad, dio paso, a finales del siglo XIII, a un nuevo templo gótico, abierto a una plaza que pronto se convirtió en uno de los centros neurálgicos de la vida florentina. Aunque, durante las primeras décadas, sólo las familias del barrio se sepultaban en Santa Croce, a partir del siglo XV, la iglesia se convirtió en un auténtico mausoleo para las más ilustres personalidades florentinas.

Santo Spirito

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Crucifijo de Miguel Ángel

En agradecimiento por haberle permitido estudiar anatomía en su hospital, Miguel Ángel regaló al prior de la comunidad agustina del Santo Spirito una de sus obras de juventud. Se trata de un delicado crucifijo de madera, hoy expuesto en la Sacristía de la iglesia, construida por Pollaiolo, más conocido como Il Cronaca. Miguel Ángel se desmarca con esta obra de los tipos tradicionales italianos y crea un Cristo inspirado en el contraposto clásico, con cabeza y rodillas que miran en direcciones opuestas.

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La Basílica del Santo Spirito fue proyectada por Brunelleschi. A pesar de que el arquitecto murió dos años después de iniciado el proyecto, su diseño se siguió con mucha fidelidad. Su planta de cruz latina, de puras líneas renacentistas, se completa con hasta cuarenta nichos que se abren en las paredes laterales y que hacen del interior un espacio amplio y majestuoso. Este esplendor no se traslada, sin embargo al exterior de nítidas líneas rectas, carentes de decoración. La fachada, como la de la mayoría de las iglesias de la época, quedó sin terminar a pesar de que Brunelleschi acabó su diseño antes de morir.

Piazza della Signoria

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Palazzo Vecchio

El Renacimiento afectó de forma tardía al Palazzo Vecchio. Sólo a partir de mediados del siglo XV comenzaron a hacerse intervenciones estructurales en el antiguo edificio. En 1444, se concedió una partida extraordinaria para la construcción de la Sala del Gran Consejo o Sala de los Quinientos que no se comenzó hasta finales de siglo.

Desde unas décadas antes, la Signoria comenzó a adquirir importantes esculturas de los grandes maestros renacentistas. En 1416, se solicitó al Duomo el David de mármol de Donatello; en 1476, se adquiere, de Lorenzo de' Medici, por 150 florines, el David de Verrocchio; y, en 1495, a consecuencia de la expulsión de los Medici, se trasladan al Palacio el David y la Judith de bronce de Donatello.

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La Ringhiera

Ante la entrada del Palazzo della Signoria o Palazzo Vecchio, existió hasta el siglo XIX, un espacio elevado desde el que el gobierno comunal podía dirigirse a los habitantes de la República Florentina, en ocasiones especiales.

En este lugar se ubicaron cuatro de las esculturas con más carga simbólica de la Florencia del Renacimiento.

El Marzzoco de Donatello, tallado alrededor de 1420; un león, animal totémico de la ciudad, con una pata apoyada sobre un escudo en el que se ve el emblema de Florencia, la flor de lis.

Judith y Holofernes, obra maestra de la etapa de madurez de Donatello, era para los florentinos símbolo de la liberación de los tiranos. Puesto que la obra les fue arrebatada a los Medici, tras su expulsión de la ciudad, su significado se unía directamente a los hechos políticos más recientes. El David de Miguel Ángel. Para cuando el escultor talló la figura en un bloque reutilizado de la Opera del Duomo, el tema de David, símbolo de la libertad de la República era ya muy frecuente en la ciudad, pero, sin duda, este gigante marmóreo se convirtió en la imagen de Florencia.

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Hércules y Caco de Bandinelli

Miguel Ángel había traído desde Carrara un bloque de mármol, para tallar un grupo de Sansón y cuatro Filisteos, que había dejado abandonado. Entre todos los escultores florentinos que se disputaban el honor de labrarlo, Cosimo I eligió a su protegido, Baccio Bandinelli. El artista extrajo del bloque un grandioso grupo de dos figuras, Hércules y Caco, que debía servir de pareja al David, tallado por Miguel Ángel décadas antes. Desde el momento en el que la estatua se descubrió al público fue objeto de todas las críticas y tema para los coloquios. No sólo era considerada una obra indigna del lugar, sino que llego a ser calificada como "saco de nueces".

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Loggia dei Lanzi

Al igual que la Ringhiera, la Loggia dei Lanzi, la galería abierta situada junto al Palazzo della Signoria, estaba concebida como un espacio en el que llevar a cabo las numerosas ceremonias y festividades públicas de la ciudad. Su nombre proviene de los lanzi, lanceros suizos de la guardia de Cosimo I. Bajo sus arcos se reunieron importantísimas obras escultóricas de los mejores artistas florentinos, entre las que destacan dos de ellas:

PERSEO DE CELLINI
Benvennutto Cellini creó para Cosimo I un nuevo símbolo de Florencia basándose, en esta ocasión, en un personaje mitológico griego. Perseo se convierte, así, en compañero y paralelo del David de Miguel Ángel, instalado en las proximidades. Su gran tamaño y la complejidad de sus formas dilataron su fundición hasta diez años.

RAPTO DE LAS SABINAS DE GIAMBOLOGNA
En un ejercicio académico de virtuosismo técnico, Giambologna se propuso la creación de un grupo escultórico, integrado por dos figuras en movimiento. Ejecutado sin tema, sin encargo previo, sólo como un intento de emulación e incluso de superación del maestro, Miguel Ángel. Concebido, inicialmente en bronce, al trasladarlo al mármol se vio obligado a añadir una tercera figura para proporcionarle estabilidad. El título y la temática, le fueron impuestos, con posterioridad, por un amigo del artista, durante una visita a su estudio.

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Fuente de Neptuno de Ammannati

La fuente que preside la Piazza della Signoria fue inaugurada con ocasión de las nupcias de Francesco I de' Medici con la Gran Duquesa Juana de Austria. La fuente está coronada por una gran escultura de Neptuno, con el rostro de Cosimo I de' Medici, que es conocida como Il Biancone. Fue ejecutada por Bartolomeo Ammannati, sobre un proyecto de Baccio Bandineli que había quedado sin terminar, debido a la muerte del artista. Tras un controvertido concurso en el que participaron los mejores artistas florentinos de la época, el trabajo se le adjudicó a Ammannati por sus estrechas relacione con la corte Medici. La obra suscitó numerosas críticas y burlas, una de las más célebres, del propio Miguel Ángel.

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Estatua de Cosimo de' Medici

Ferdinando I de' Medici, hijo de Cosimo, comisionó a Giambologna una estatua ecuestre que conmemorase la figura de su padre, en el centro político de Florencia, la Piazza della Signoria. A imitación de la estatua ecuestre de Marco Aurelio, Giambologna creó un retrato ecuestre que encuentra también inspiración en las otras dos grandes esculturas ecuestres del Renacimiento; las de los condottieri Gattamelata y Colleoni de Donatello y Verrocchio respectivamente.

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David de Miguel Ángel

En 1501, la Opera del Duomo encargó a Miguel Ángel la finalización de un gran bloque de mármol que llevaba sin terminar desde 1464. El primero en hacerse cargo de él había sido Agostino di Duccio quien lo abandonó apenas desbastado. Tras él, el bloque le fue adjudicado a Antonio Rosellino quien también lo abandonó. Y, finalmente a Miguel Ángel quien terminó la gran figura de David en 1504. Pensado, inicialmente, para uno de los contrafuertes del Duomo, una comisión integrada por los principales artistas florentinos decidió ubicarlo en la Ringhiera, en sustitución de la Judith de Donatello.

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El centro político de la República Florentina, la Piazza della Signoria, estaba dominado por el Palazzo Vecchio, que se comenzó a construir a principios del Trecento. A lo largo de los siglos XIV y XV, la plaza fue llenándose de obras maestras del arte del Renacimiento que se utilizaron como símbolos palpables del poder de la ciudad y del orgullo de sus habitantes.

Como primer elemento simbólico, en el conjunto se utilizó la piedra local como material constructivo. Esta piedra era la misma que los antiguos nobles habían empleado en sus palacios, todos los cuales se emplazaban en las proximidades de la Signoria.