El desnudo


Hermes de Olimpia. Siglo iV a.C. Museo de Reproducciones Artísticas del Bilbao
Hermes de Olimpia. Siglo iV a.C.
Museo de Reproducciones Artísticas del Bilbao

A diferencia de otras culturas de la antigüedad, los griegos vieron con buenos ojos la desnudez. Y esta distinción, respecto a las culturas circundantes contemporáneas, tuvo su reflejo en el arte.

Ni en Egipto, ni en Mesopotamia y ni tan siquiera en Roma estuvo bien vista la desnudez. En cada una de estas civilizaciones fue siempre un rasgo de vulnerabilidad, de derrota frente al enemigo. Pero en Grecia, el desnudo, el cuerpo masculino joven, en todo su esplendor físico y atlético se convirtió en el reflejo de las virtudes anheladas por la sociedad.

La desnudez, practicada en los gimnasios, entre ciudadanos, fue todo un asunto cívico. El cuerpo desnudo tuvo una significación claramente ligada a la esfera militar: el hombre estaba dispuesto a entablar el combate a pesar de ser consciente de la propia vulnerabilidad. Y en algunas polis, como Atenas, sirvió también para establecer una clara distinción entre los roles masculino y femenino. El hombre se integraba así en la esfera pública, mientras la mujer, en la cual la desnudez estaba mal vista, permanecía ligada al hogar.